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Siete
sugerencias
al comenzar a planear
su almacenamiento |
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Hay siete
aspectos importantes que debemos tener en cuenta cuando empezamos
a planear nuestro programa de almacenamiento, especialmente si tenemos
en cuenta que, en general, las crisis más comunes serán
las familiares y no muy prolongadas en el tiempo. Estar habituados
a manejarnos en pequeñas crisis será de gran ayuda cuando
la emergencia sea de toda la ciudad o el país. |
1.-
Variedad |
Muchas
personas concentran su almacenamiento en cuatro productos básicos:
trigo, leche, miel y sal. Muchos de nosotros no sobreviviríamos
por mucho tiempo con esa dieta por varias razones. Algunas personas
son alérgicas al trigo y podrían no saberlo hasta después
de comer trigo comida tras comida. El trigo puede resultar pesado
para los niños pequeños. Puede ser tolerado en pequeñas
cantidades pero no como componente principal de todas sus comidas.
Por otro lado, comer todos los días el mismo tipo de alimentos
puede llegar a cansar fácilmente; especialmente los niños
y ancianos son particularmente susceptibles.
¿La solución? Almacenar trigo y familiarizarse con su
uso, asegurándose de agregar otros cereales, especialmente
aquellos que su familia acostumbre a comer. También conviene
almacenar variedad de legumbres para agregar color, textura y sabor
a las comidas. Tanto cereales como legumbres son aptos para almacenar
por largos períodos de tiempo y no son costosos. Almacene condimentos
y especias como tomate, ajo, cebolla, caldos y queso. Incluya un buen
surtido de las especies con las que disfruta cocinar. |
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Condimentos y especias permiten hacer muchas cosas creativas con granos
y legumbres. Sin ellos uno estará sumamente limitado en los
platos a preparar. Compre, copie o arme un buen recetario de comidas
posibles para estas situaciones. Familiarícese con los ingredientes
y téngalo en cuenta para saber que almacenar. |
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2.
Más allá de lo esencial |
Almacene comida
deshidratada como puré, verduras, sopas, etc., así como
productos envasados en casa o comprados. Asegúrese de incluir
aceite de cocina, manteca o grasa, polvo de hornear, bicarbonato,
y levadura. No se pueden cocinar ni las recetas más simples
sin estos ingredientes. |
3.
Vitaminas |
Las vitaminas
son especialmente importantes si tiene niños, ya que ellos
no siempre pueden conservar nutrientes en sus cuerpos como lo haría
un adulto. |
4.
Comidas Rápidas, Fáciles y Psicológicas |
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Las comidas
rápidas y simples pueden ser de gran ayuda en tiempos de
mucho estrés para facilitar la preparación de comidas.
Son una solución especialmente en momentos en que los tiempos
o las comodidades no son los más apropiados para la cocina.
Enfermedades, accidentes o situaciones, por ejemplo, en las que
no es seguro prender fuego, no ofrecen muchas posibilidades de preparar
alimentos elaborados. Comidas que no requieren cocción, tal
como las deshidratadas son excelentes, ya que no requieren casi
preparación. Otras comidas rápidas y fáciles
son aquellas listas para comer y enlatados, como sopas y guisos
que hoy abundan en el mercado. Las “comidas psicológicas”
son productos como la gelatina, budines y caramelos duros. |
5.
Balance |
Mucha gente
comete el error de comprar trigo para un año, y luego continúa
así con el próximo producto. Trate de mantener un equilibrio
mientras prepara su almacenamiento. Compre una variedad de productos,
en vez de grandes cantidades de uno solo. Si de pronto necesitara
vivir con su reserva actual, será mucho mas llevadero si tiene
una variedad de provisiones para una semana o un mes, en vez de reserva
para un año de dos o tres cosas. Proyecte almacenar primeramente
para una semana y luego dos y así vaya aumentando. Cada vez
que vaya al supermercado compre algo para su almacenamiento. |
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6.
Contenedores |
Siempre almacene
su mercancía en contenedores aptos para productos alimenticios.
A menudo se tira comida por estar expuesta al sol, humedad, insectos
o roedores. |
7.
Use su almacenamiento |
No saber que
hacer con su reserva de comida es uno de los mayores problemas. Es
esencial que tanto usted como todos los miembros de su familia estén
habituados a manejarse con los productos del almacenamiento.
Aprendan a cocinar con esos productos. No es una habilidad que le
gustará desarrollar durante la época de crisis. Esos
tiempos son los peores para cambiar drásticamente su dieta.
Pueden elegir una cierta cantidad de días al año para
hacer un simulacro y averiguar cuán preparados están
como familia para afrontar una crisis.
¡Aprenda a cocinar esas comidas y empiece a comerlas! |
Estilo SUD, 16 agosto 2008
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