Cómo
prepararnos para enfrentar
desastres naturales
Primera Parte |
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Los líderes
de la Iglesia nos instan a prepararnos para las emergencias de muchas
maneras. Con frecuencia se recalca la importancia de prepararnos financieramente
evitando las deudas, teniendo ahorros para el futuro y para épocas
de crisis, y contratando seguros.
El almacenamiento de alimentos básicos no perecederos es tema
de muchas instrucciones, al igual que el buscar la autosuficiencia.
Un botiquín y adquirir conocimientos básicos de primeros
auxilios puede convertirnos en instrumentos importantes hasta que
llegue la ayuda profesional.
Es fundamental la preparación espiritual, mediante la obediencia
a los mandamientos y el respeto a los convenios que hemos hecho. También
por el ayuno, la oración y la noche de hogar. Además
de la protección que esto puede brindarnos como consecuencia
del cumplimiento, tendremos el derecho a recibir inspiración
y seremos capaces de indentificar los susurros del Espíritu
al instante, porque será una experiencia común para
nosotros. Aun en el bullicio y el desorden que puede generar una emergencia,
entenderemos el idioma y sabremos como obrar, por más inéditas
que sean las situaciones. La toma de decisiones en esos casos debe
ser casi un acto reflejo porque segundos de demora pueden llevarnos
a perder oportunidades valiosas.
Son tantas en número y en variedad las situaciones que se pueden
presentar, que contar con la sabia e infalible ayuda de quien nos
promete ser un"compañero constante" es fundamental.
Estar familiarizado con los riesgos de fenómenos naturales
de la zona en que vivimos nos da una guía sobre las áreas
que debemos priorizar nuestra preparación. Por ejemplo, hay
zonas en las que son más frecuentes los terremotos, o las inundaciones,
o los tornados, que en otras. Sabiendo esto, podremos preparar mejor
nuestras casas y profundizar nuestra capacitación en los procedimientos
más aconsejables para cada caso. Seguramente hay organizaciones
gubernamentales en la ciudad en que vivimos en condiciones de asesorarnos
sobre los pasos a seguir según la situación. Podemos
acercarnos a sus oficinas y pedir folletos o alguna instrucción
personalizada.
Hay que recordar que, usualmente, en el momento de desastre natural,
la energía eléctrica se interrumpe y los teléfonos
dejan de funcionar o se saturan, lo que marca la importancia de obtener
el conocimiento básico antes para evitar caer en pánico
y en lugar de ser una solución, ser parte del caos.
En lo que hace a la prevención, hay varios aspectos que son
comunes, como los referentes al almacenamiento de alimentos y agua,
elementos de higiene, mochila de emergencia, etc (Ver nota "Preparándonos
para emergencias en www.lds.org.ar"). Algo similar sucede
en los momentos posteriores al problema. Sin embargo, no son los mismos
pasos que hay que dar durante cada tipo de desastre natural. Es bueno
conocer algunas pautas generales para cada situación que nos
ayuden a decidir con mayor celeridad: |
Inundaciones |
Antes
de la inundación: |
- Busque construir
su vivienda en zona alta, alejadas del cauce de los ríos.
- Infórmese
sobre las temporadas de fuertes lluvias, para estar prevenido.
- Escuche los
reportes del tiempo y ante una señal de alerta, siga las
indicaciones que se transmitan.
- Si debe abandonar
su hogar, y el tiempo se lo permite, traslade los elementos necesarios
a un lugar seguro.
- Corte la
luz antes de salir.
- Tenga a mano
una linterna y una radio portátil, así como pilas
de repuesto para ambos.
- Almacene
agua en recipientes de plástico. Almacene una reserva de
alimentos que requieran poca cocción y ninguna refrigeración.
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Durante
la inundación: |
- Evacue el
área crítica, ubíquese en zonas altas.
- Evite caminar
por las zonas inundadas, aunque el nivel de agua le parezca bajo;
puede subir rápidamente, aumentando el peligro. Una corriente
de agua de 15 cm puede hacerle perder el equilibrio.
- No trate
de manejar por la zona inundada sin asistencia especializada.
Podría salirse del camino. Busque manejar hacia zonas altas
del lugar. Si el motor de su automóvil se detiene. Abandonelo
y camine hacia zonas altas.
- Extreme los
cuidados de noche, ya que se dificulta reconocer los peligros
de por la oscuridad.
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- No cruce
puentes ni ríos.
- Mantenga
la serenidad y trasládese a zonas seguras.
- Utilice los
alimentos y elementos de emergencia previstos.
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Después
de la inundación |
- No ingiera
alimentos que hayan estado en el agua o que sean de dudoso estado.
- No beba agua
sin purificar, puede estar contaminada, solicite su análisis
inmediatamente.
- Utilice racionalmente
sus reservas de agua y alimentos.
- No regrese
a la zona afectada, hasta que las autoridades indiquen que no
hay peligro.
- No ocupe
su casa hasta estar completamente seguro de que se encuentra en
buenas condiciones para ser habitada.
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Terremotos |
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Antes
de un terremoto: |
- Especialmente
si vive en una zona en donde los movimientos sísmicos son
frecuentes, analice con su familia los pasos a seguir en caso
de que suceda uno.
- Evalúe
periodicamente la estructura del edificio; revise, controle y
refuerce las partes que podrían desprenderse. Aseguren
al suelo o paredes las cañerías o mangueras y garrafas
de gas, los objetos de gran tamaño y peso, estanterías,
etc., y fije los cuadros a la menor altura posible.
- Enseñe
a sus familiares como cortar el suministro eléctrico, de
agua y gas.
- Tenga a mano
una linterna y una radio portátil, así como pilas
de repuesto para ambos.
- Almacene
agua en recipientes de plástico. Almacene una reserva de
alimentos que requieran poca cocción y ninguna refrigeración.
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Durante
el terremoto: |
- Regla número
uno: Mantener la calma y extenderla a los demás. Si está
en el interior de su casa, permanezca adentro. La cosa más
peligrosa que puede hacer es tratar de dejar el edificio.
- Manténgase
alejado de ventanas, cristales, cuadros, chimeneas y vitrinas
u objetos que puedan caerse.
- Protéjase
debajo de los dinteles (marcos) de las puertas o de algún
mueble sólido, como mesas, escritorios; cualquier protección
es mejor que ninguna.
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- Si está
en un edificio de altura, no se precipite hacia las salidas; las
escaleras pueden estar congestionadas de gente.
- No utilice
los ascensores; la electricidad puede interrumpirse y quedar atrapado
en él.
- Si está
en el exterior, manténgase alejado de los edificios altos,
postes de energía eléctrica, zonas de vidrieras
y otros objetos que le puedan caer encima. Diríjase a un
lugar abierto.
- Si va conduciendo,
pare y permanezca dentro del vehículo, teniendo la precaución
de alejarse de puentes, postes eléctricos, edificios dañados
o zonas de desprendimientos.
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Después
del terremoto: |
- No trate
de mover indebidamente a los heridos con fracturas, a no ser que
haya peligro de incendio, inundación, etc.
- Si hay pérdidas
de agua o gas, cierre las llaves de paso y comuníquelo
a la compañía correspondiente.
- No encienda
fósforos, mecheros o artefactos de llama abierta, en previsión
de que pueda haber escapes de gas.
- Limpie urgentemente
el derrame de medicinas, pinturas y otros materiales peligrosos.
- No ande por
donde haya vidrios rotos, cables de luz, ni toque objetos metálicos
porque pueden estar en contacto con los cables eléctricos.
- No beba agua
de recipientes abiertos sin haberla examinado y pasado por filtros.
- No utilice
el teléfono, ya que se bloquearán las líneas
y no será posible su uso para casos realmente urgentes.
- No ande ni
circule por los caminos y carreteras paralelas a la playa, ya
que después de un terremoto pueden producirse maremotos.
- Infunda la
más absoluta confianza y calma a las personas tenga a su
alrededor.
- Responda
a las llamadas de ayuda de la Policía, Bomberos, Defensa
Civil, Cruz Roja, etc.
- Las emisoras
de radio y televisión le facilitarán información
del Instituto Meteorológico y de Defensa Civil.
- No propague
rumores o informaciones exageradas sobre la situación.
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Tornados |
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Un
tornado es uno de los fenómenos más destructivos de
la naturaleza con vientos que pueden superar con creces los 320 kilómetros
por hora. Nunca se debe subestimar su fuerza, aunque parezca pequeño;
puede ser devastador dado que el tamaño no está relacionado
con su fuerza. Son difíciles de predecir y suelen azotar sin
previo aviso. Aunque los meteorólogos esperan poderlos predecir
en un futuro, la realidad es que ante un tornado, sólo tendrá
un corto espacio de tiempo para tomar sus propias decisiones. Su vida
estará en sus manos y, probablemente, la de sus amigos y familiares.
Planificar de antemano, conocer los riesgos y lo que puede hacer ante
este tipo de emergencia, puede ser de gran ayuda.
Los tornados y vientos fuertes pueden tener lugar en cualquier parte
del mundo.
La clave para sobrevivir un tornado está en nuestras manos,
en nuestro conocimiento y en las medidas preventivas que podemos tomar
al respecto. |
Antes
del tornado |
- Desarrolle
un plan de emergencia con su familia. Es imprescindible que estén
al corriente de lo que significa un tornado y conozcan las señales
de peligro.
- Compruebe
la estabilidad de su edificio o casa. Incluso puede aprovechar
para reforzar las zonas más sensibles, las que puedan desprenderse
con mayor facilidad.
- Los refugios
construidos bajo el nivel del suelo proporcionan la mejor protección
ante un tornado, aunque un refugio construido en un cuarto interior
del primer piso también puede proporcionar la protección
necesaria.
- Ante un
alerta de los organismos competentes, busque refugio de inmediato.
- Tenga a mano
una linterna y una radio portátil, así como pilas
de repuesto para ambos.
- Almacene
agua en recipientes de plástico. Almacene una reserva de
alimentos que requieran poca cocción y ninguna refrigeración.
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El refugio
subterráneo es el más
conveniente en un tornado |
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Durante
el tornado |
- Busque un
lugar seguro como un refugio para tormentas o un sótano
especial para tormentas o un cuarto interior en el piso más
bajo posible. Si no dispone de ninguno de ellos, busque refugio
en un cuarto de baño o servicio que no tenga ventanas o
un cuarto interior sin ventanas.
- Ponga tantas
paredes como le sea posible entre usted y el exterior. Métase
debajo de una mesa fuerte, protéjase la cabeza y el cuello
con los brazos. Permanezca en esta posición hasta que haya
pasado el peligro.
- No abra las
ventanas, ni las puertas.
- Manténgase
alejado de ventanas, puertas y paredes exteriores.
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- Si se encuentra
en el campo cuando se acerca un tornado, acuéstese plano
en una depresión cercana y cúbrase la cabeza con
las manos
- En
cualquier situación, cuidado con los escombros que vuelan
en el aire.
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Reglas
generales |
Sin crear
temor ni alarma en los miembros de la familia, es importante que
todos tengan una noción de como actuar ante una situación
de desastre natural y repasar los procedimientos periódicamente.
No siempre es fácil unir el conocimiento con las obras, especialmente
cuando el desastre nos toma por sorpresa. Una práctica una
o dos veces al año puede ser una actividad familiar distendida
que será de mucha ayuda en momentos de tensión.
Es imposible
enumerar todas las posibilidades a presentarse, por lo que, más
allá de todo plan que podamos tener en aspectos básicos,
dos cosas son fundamentales en cualquier situación: |
- Mantener
la calma. Nos ayudará a pensar y recordar los planes. Si
bien en muchos casos las decisiones deben tomarse en segundos,
descontrolarnos puede llevarnos a cometer errores costosos.
- Identificar
los susurros del Espíritu y seguirlos. Aquí es donde
nuestra dignidad personal y nuestra familiaridad con el lenguaje
espiritual juegan un papel determinante. Un idioma no se domina
de un día para otro, como tampoco se obtiene el derecho
a la inspiración.
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"No
permitamos que el temor influya en nuestras decisiones y recordemos
siempre ser de buen ánimo, depositar
nuestra fe en Dios y vivir dignos de Su dirección. Cada uno
de nosotros tiene derecho a recibir inspiración
personal para guiarnos a lo largo de nuestro período de prueba
aquí en la tierra."
(Pte. James E. Faust, Liahona octubre 2008, pág.
6) |
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Estilo SUD, 15 noviembre
2008 |
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