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Actividades con Historia Familiar
Las historias de los Tíos |
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La
historia familiar comprende también el recopilar historias
de otros familiares que pueden ser un buen ejemplo para nuestra
propia familia. No todos tuvimos las mismas experiencias de vida
y aprovechar las historias de tíos y primos, sirve para fortalecer
aún más los lazos familiares
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Muchos adultos de hoy no tuvimos la oportunidad de servir en una misión,
por lo tanto las experiencias misionales de otros parientes pueden
resultar más que interesantes, ya que nuestros hijos verán
aspectos que desconocen de ellos, especialmente el espiritual , tan
sensible en los misioneros.
Cuando nuestros hijos tenían alrededor de 7 años comenzamos
con mi esposo a realizar algunas noches de hogar diferentes: las llamadas
Noches de la Misión. Utilizamos las cartas de los tíos
misioneros para leer algunos párrafos seleccionados (según
la edad que tenían nuestros hijos), mirar fotos y buscar en
el mapa de Argentina los lugares en los cuales sirvieron.
En una carpeta que preparamos para tal efecto, pusimos las cartas
y las fotos en folios plásticos para que no se estropearan
y para que ellos pudieran mirarlas cuando quisieran. No es un gran
libro ( uno de los tíos escribió bastante poco!!) pero
es lo suficiente para que podamos ver cómo eran ellos en el
campo misional.
Las experiencias compartidas fueron de tal impacto para nuestros hijos
que resultó sorprendente que le pidieran a la tía que
les contara determinada anécdota. Ahora ellos le cuentan a
su hermana menor algunas historias, casi siempre las más divertidas,
pues las hicieron propias. |
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Hace
unos pocos años atrás encontré unas postales
de mi propio tío misionero desde España, saludando
a su sobrina recién nacida y compartiendo con ella su testimonio
de la obra del Señor. El impacto fue tan grande como si hubiera
encontrado un tesoro. Es que, en realidad, las historias simples
son las que forman el tesoro de la historia de cada familia. Las
que repetiremos hasta el cansancio y las que se transmitirán
como un legado de amor.
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Algunas
ideas para tener en cuenta: |
- Recopilar
y ordenar cartas o imprimir los mails.
- En un mapa
buscar y marcar los lugares en donde sirvieron en la misión.
- Insertar
comentarios propios seleccionados de nuestros propios diarios
o de nuestras agendas personales. No debe ser mucho, una pequeña
frase puede encerrar un gran sentimiento como “Entré
al templo con mi hermana. Lloré todo el tiempo”.
- De ser posible
incluir copias de correspondencia que nosotros tuvimos con ellos.
- Cuando el
hecho sucedió hace muchos años, se puede comentar
el modo en que se vivía. Para nuestros hijos, el tener
que esperar una carta por meses puede ser una novedad.
- No somos
familias perfectas. Las historias no deben ser perfectas. pero
sí deben dejarnos el sentimiento de que valió la
pena el esfuerzo.
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"La
obra de historia familiar tiene el poder de hacer algo por los que
han muerto y también por los que viven. La obra de historia
familiar de los miembros de la Iglesia ejerce una influencia refinadora,
espiritual y atenuante sobre los que se dedican a ella.
Ellos entienden que están uniendo a su familia, los que viven
a los que les han precedido."
Boyd K. Packer, El Santo Templo
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Por Karina Michalek de Salvioli
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Estilo SUD, 22 noviembre
2008 |
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