Chica
SUD
¿Hablar con mi mamá?
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A
nadie se le ocurre contarle todo a la madre. Pero escuchás
que tiene que ser la persona en la que más confiás
y zas! otra vez entrás en conflicto.
Ya sabemos que están años luz de nuestro punto de
vista, que no entienden los códigos y que menos entienden
tu línea de pensamiento. Pero a veces sospechás que
es adivina o que te espía o lee tus mails. ¿Cómo
puede saber que estás perdidamente enamorada de un chico
de otro curso que no sabés cómo se llama pero que
tiene unos ojos increíbles y que te sonrió en el patio
de la escuela?
Si te ponés a pensar ellas, las madres, ya estuvieron en
ese lugar. Y seguramente pasaron por lo mismo. Entonces descubrís
que le podés contar algunas cosas. Y digo algunas cosas,
no todas porque no es necesario que así sea.
Pero a veces nos metemos en problemas o entramos en un conflicto
personal e íntimo y no nos animamos a hablar por miedo al
reto, al castigo o la incomprensión.
Hay algunos trucos para hablar sin que nos malinterpreten.
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QUÉ
DECIR |
Tal vez lo mejor
sería que primero meditemos qué queremos decir y cómo
vamos a hacerlo. Descubrí que el diario personal es el mejor
lugar para ese ejercicio. Cuando escribo algo tengo más en
claro cómo hablar.
Una mudanza, un cambio de escuela son cosas que pueden ser muy difíciles
de manejar. Los miedos que tenemos con los cambios nos enfurecen y
podemos llegar a creer que nuestros padres hacen las cosas a propósito
para hacernos enojar. Si lo escribís antes y lo leés
después podés ayudarte a enfocarte mejor en el problema
y no dar tantas vueltas al momento de hablar. |
DÓNDE
HABLAR |
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No
es lo mismo ponerse a hablar con tu mamá cuando está
intentando descubrir por dónde pierde el lavarropas o cuando
está súper cansada (tipo viernes a la noche), que
cuando está tranquila planchando. |
Si
queremos que nuestros hermanos no interrumpan también debemos
ser cuidadosas. Cada una buscará el mejor momento de acuerdo
a cómo es su mamá. Con la mía hablo mejor cuando
ella está cocinando o cuando la acompaño al supermercado.
Ese lugar está bárbaro porque nadie te molesta, tu mamá
no te va a regañar en público y le das tiempo a buscar
la mejor respuesta. A veces, al trabajar con ella en las tareas de
la casa podés encontrar otro momento en que está un
poco ocupada, pero no tanto como para no escucharte (claro que si
le contás algo terrible como “no te conté
que me saqué un 2 en historia” asegurate que no
tenga ninguna escoba a mano!!) |
CÓMO
HABLAR |
Es difícil
explicar nuestros cambios de humor. A veces ni nosotras mismas sabemos
qué nos pasa. Una noticia que puede ser bárbara para
la familia, para nosotras puede ser terrible y si le sumamos nuestros
propios miedos podemos desencadenar una pelea. |
Al
enterarte que tu mamá va a tener otro bebé cuando vos
ya tenés 16 años y tres hermanos, no es raro el padecer
un ataque de ira. Claro, una misma no sabe qué pasa. Pero lo
mejor sería pensar cómo decir lo que sentimos sin herir
a mamá. Estar en desacuerdo y explicar por qué es mejor
que tener una actitud totalmente negativa para con el resto de la
familia.
No podemos revertir algunas cosas, pero desahogarnos aliviará
la carga. Los gritos desaforados, los portazos, sólo demuestran
que ni nosotras sabemos lo que queremos. Mi abuela decía que
el que gritaba era porque no tenía razón.
Otra cosa es usar la pegunta: ¿nunca te pasó algo parecido
cuando eras chica? Eso hará que sea más fácil
para ella ponerse en tu lugar. |
ESCUCHAR |
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No
pensemos sólo en que opinan distinto. Escuchemos sus razones
e ideas. Nosotras también tenemos que aceptar sus diferentes
puntos de vista aunque no estemos de acuerdo con ellos.
Si no sabemos qué decir. Mejor callarse la boca, pensar rápido
y continuar. Los silencios en las conversaciones son buenos. Significan
que le estamos dando importancia a nuestras palabras y a las de ellas. |
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ANIMARSE |
Caemos en la
trampa de creer que seguro se va a enojar o no me va a entender. Pero
ella tampoco sabe ser una madre ejemplar y necesita de nuestra ayuda.
Algunas estrategias pueden ayudarte. Como comenzar con un “tengo
que decirte algo y quiero que me escuchés hasta el final.”
O “no sabés lo que me pasó” o “estuve
pensando algo que te quiero decir”. Ya la predisponés
a prestarte atención y entender que no tiene que sermonearte.
Si practicaste antes, tratá de no saltearte ningún detalle
para que tu mamá no se pierda en el camino. No des vueltas.
Hablá claramente y andá directamente al asunto. No contés
toooda una novela antes.
No te va matar. Entendé que si se enoja es porque te quiere.
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Ella
también está aprendiendo a ser TU mamá (no es
la misma mamá para todos sus hijos, cada uno tiene sus cosas).
Cuando una habla con tranquilidad no solamente está demostrando
madurez, sino que evitás que te etiqueten de rebelde por pensar
o actuar distinto o equivocadamente. |
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La práctica es la mejor manera de ver que podemos hablar
con nuestros padres. Ir cambiando de táctica también
es positivo. Significa que estás actuando como adulta.
Lo más importante no es que se pruebe que vos tenés
razón. Sino que tenés otro punto de vista tan válido
como el de tus papás. Aunque a veces te cueste aceptar que
ellos tenían el mejor criterio, es mejor aclarar las cosas
que alimentar rencores y explotar un día cualquiera recordando
hasta el momento en que nos “obligaron” a comer repollitos
de Bruselas con salsa blanca.
Hablar con los
padres puede ser complicado, pero si hablamos con el Padre Celestial
que sí es perfecto, no debería ser tan terrible hablar
con los terrenales, que encima quieren parecerse al celestial (y
eso es bueno). |
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Estilo SUD, 28 marzo
2009 |
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