Adicciones
Reconocerlas es el primer paso hacia la sanación

Por Karina Michalek de Salvioli

“La adicción tiene la capacidad de desconectar la voluntad del ser humano
y de anular su libertad moral individual, pudiendo privarle de su poder de decisión”.
(Élder Boyd K. Packer, Liahona enero 1990, pág. 14)

Pareciera ser que nunca vamos a dejar de asombrarnos a nosotros mismos como seres humanos. Tan difícil es encontrar el equilibrio en todas las cosas que en cuanto descubrimos algo bueno o útil rápidamente lo transformamos en algo que puede causarnos daño.
El asombro por lo nuevo o desconocido, la incomodidad que sentimos cuando en una conversación muchos hablan del tema y nosotros quedamos fuera de foco o el encontrarnos en un punto de inflexión en nuestra vida por circunstancias propias de la misma que potencian nuestra vulnerabilidad, pueden ser la llave que abra la puerta a la búsqueda de lo nuevo, lo secreto o fascinante, lo que nos hace olvidar por un momento nuestras angustias o tristezas. No importa de qué se trate, nuestro comportamiento cambia al momento en que decidimos otorgarle un lugar privilegiado a un elemento del cual luego no podemos desprendernos. Indefectiblemente se ve alterada la conducta personal y la relaciones con las demás personas. Creemos que controlamos la situación pero esta comienza a adueñarse de nuestros pensamientos y nuestros actos viéndose afectadas nuestra salud y la salud familiar. Así comenzamos a transitar el camino hacia la adicción.
Reconocer las causas y las consecuencias nos ayudaran a actuar preventivamente para no tener que escuchar la amarga frase “¿Por qué no me di cuenta?” frente a un ser querido que cayó en la telaraña de la adicción.
También es saber qué hacer o cómo actuar para que una vez que descubrimos el problema podamos ayudar al otro a recibir un tratamiento y superarse a sí mismo.

Hay varios tipos de adicciones:
1) Adicción a las drogas:  
a. drogas ilegales
b. alcoholismo
c. tabaquismo
d. medicamentos
2) Adicción a Internet: 
a. la pornografía
b. las redes sociales
Esta división puede ser ampliada mucho más, lamentablemente son las más comunes debido a la facilidad de acceder al objeto dependiente.
Factores de riesgo
Toda adicción es el resultado de una situación que resulta difícil de manejar. Ayudar desde el entorno familiar cambiando conductas y estableciendo reglas claras proporciona la seguridad que el adicto encuentra en la conducta evasiva-adictiva.
Esto es, “cada vez que tomo algo o paso horas en Internet me siento bien, yo decido empezar lo que me gusta”.
Pero no es otra cosa que decir “no existo para mi familia, mejor existo para mí mismo”.
La situación de abandono puede ser real o no.

La real hace referencia a la falta de nutrición afectiva y normativa (la ausencia de normas claras que deben ser respetadas).
La sensación de abandono tiene que ver con cada individuo y sus necesidades de una atención diferente. En un mismo grupo familiar en donde los hijos son educados de la misma manera, con las mismas oportunidades, alguno puede sentir que no es tenido en cuenta.
Si se le suma la imposibilidad de establecer un diálogo sano el sentimiento se convierte un una realidad aplastante y agobiante.
Las características de la personalidad también serán factores a tener en cuenta para observar quién puede necesitar ayuda.
La baja autoestima, un nivel bajo de tolerancia a la frustración, la dificultad para tomar decisiones, la incapacidad para resolver problemas sin ayuda externa o también la falta de fe con la desesperanza que esta produce.

Esto establece la realidad de que tanto adultos como jóvenes pueden caer en conductas adictivas. No hay diferencias de sexo ni de edad.
Reconocer conductas
Aquellas cosas que nos sirven para reconocer un cambio en la conducta de las personas pueden ser muy sutiles o difíciles de percibir en un comienzo pues son conductas normales en momentos de crisis o de dificultad. También pueden ser conductas comunes en los adolescentes. Pero la repetición y la suma de varias de esas conductas nos advierten que estamos frente a un problema. Reconocerlo dependerá de nosotros, de nuestra percepción espiritual para saber qué está bien o mal.
Signos que detectan el abuso de drogas
Cambios en el aspecto físico:
  • Empeoramiento general
  • Desatención de la higiene
  • Indiferencia al cuidado de la salud
  • Muestra de dejadez en la vestimenta
  • Trastornos del apetito
Cambios en el estilo de vida:
  • Pérdida de interés en las actividades habituales
  • Tendencia al aislamiento dentro del hogar
  • Pérdida de preocupación por el trabajo o la escuela: descuida sus responsabilidades o falta a la escuela
  • Aumento de las necesidades económicas: gasta mucho dinero o desaparecen objetos que pueden ser vendidos fácilmente
  • Cambio de amistades
Cambios en el estado de ánimo:
  • Alteración en el ritmo del sueño
  • Indiferencia de lo que sucede en el entorno familiar, deportivo o cultural, espiritual
  • Pasividad
  • Muestra de cansancio o excitación excesiva, descontrol de impulsos
  • Tendencia a mentir, discutir o pelear con familia, vecinos y amigos
Signos que detectan el abuso del uso de Internet
Adultos
  • Distanciamiento dentro de la relación matrimonial
  • Insatisfacción de las relaciones íntimas del matrimonio
  • Falta de respeto
  • Demandas irrazonables en el otro cónyuge para cambiar las relaciones íntimas ( pedidos de relaciones no convencionales)
  • Establecimiento de áreas o lugares a los que nadie debe tener acceso, ya sea dentro del hogar, en el lugar de trabajo, en la computadora. (uso de claves que se cambian seguido)
  • Dedicación excesiva al uso de la computadora
  • Uso de Internet a altas horas de la noche o con la puerta cerrada
  • Deseo de ver películas pornográficas para motivar las relaciones íntimas
  • Vocabulario soez, bromas con doble sentido e inapropiadas
  • Mentiras
  • Inexplicables excusas por llegar tarde al hogar
  • Despreocupación y tendencia a exponer a los niños o jóvenes a literatura o películas inapropiadas
Jóvenes y niños
  • Interés desmedido por estar mucho tiempo en la computadora, lo que los lleva a “negociar” favores para usar la misma
  • Al estar en la computadora cambian el monitor de lugar para que no pueda ser visto con facilidad o cambian rápidamente la pantalla al acercarnos
  • Cierran la puerta
  • Mentiras y excusas para utilizar la computadora aduciendo tareas escolares o responsabilidades de la iglesia
  • Abandono de la relaciones con sus amigos
  • Aislamiento de las actividades familiares
  • Borran del historial los sitios de la net que visitaron
  • Aumentan su tolerancia a películas violentas
  • Tiene conductas de pérdida de respeto hacia las jóvenes
  • Agresividad
  • No está conforme consigo mismo
Todos podemos hacer prevención. Lo cual es actuar anticipadamente para evitar que algo ocurra. Una vez que la adicción está instalada en la vida de una persona, la prevención será intentar evitar que el problema vaya más allá ayudando al adicto a superarla y salir de ella.
La familia tiene un papel clave en la prevención. Es dentro de ella donde el vivir el evangelio nos lleva a tener hábitos de vida saludable, en donde replanteamos nuestras actitudes y comportamientos al seguir el ejemplo del Salvador. La noche de hogar, los consejos de familia, las entrevistas con nuestros hijos, la entrevista con el obispo son herramientas para ponernos metas o para pedir ayuda profesional cuando sea necesario.
Un reconocido médico de Argentina dedicado al trabajo de prevención de la drogadicción dijo en una oportunidad: “El amor a la vida es el elemento que debe estar presente en el tratamiento de recuperación de las adicciones. En la medida en que no se respete la creación (en referencia a la creación divina del hombre) se propicia el surgimiento de la violencia hacia uno mismo y el entorno.”1 Recordar que somos hijos de un Padre Celestial que nos ama debería darnos el valor de transitar el camino hacia la recuperación.

Recientemente el élder David A. Bednar comentó lo siguiente en una Charla Fogonera para jóvenes sobre el abuso de Internet:
“Mis queridos hermanos y hermanas, ¡tengan cuidado! En la medida en que la fidelidad personal disminuya en las comunicaciones por computadoras y los propósitos de dichas comunicaciones sean distorsionados, pervertidos y malignos, el potencial del desastre espiritual es peligrosamente alto.
Ofrezco dos preguntas para su consideración y reflexión personal y el estudio con oración:

1.- ¿El uso de las diferentes tecnologías y medios de comunicación invitan o impiden la compañía constante del Espíritu Santo en su vida?
2.- ¿El tiempo que pasa usando diferentes tecnologías o los medios, amplían o restringen su capacidad de vivir, de amar y servir de manera significativa?

Usted recibirá las respuestas, inspiración, e instrucción del Espíritu Santo que se adapte a sus circunstancias y necesidades.”2

Reconocer será el primer paso que debe seguir un adicto. La familia, los padres, un cónyuge o los amigos también. La valentía de reconocer la necesidad de ayuda se verá compensada con fortaleza para seguir en el camino de regreso hacia una vida plena de emociones sinceras y relaciones afectivas reales. También con la capacidad de ser nuestros propios agentes al desarrollar el autodominio emocional y físico y perfeccionar nuestra relación espiritual con el Salvador al dar cabida al proceso purificador de Su expiación.

 
1.- Dr. Eduardo Kalina, médico especialista en psiquiatría en la temática de la drogadependencia. Profesor Titular del Post-Grado en Adicciones de la Universidad del Salvador en la Cátedra “Farmacoterapéutica y Neurobiología de las Adicciones”.
2.- Élder David A. Bednar, Charla para Jóvenes Adultos, 3 de Mayo 2009.BYU
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Estilo SUD, 27 de junio de 2009
 
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