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Intentando
hacer solos el trabajo
Por Ronaldo J. Walker
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En la conferencia
de octubre de 1993, el élder M. Russell Ballard dio un poderoso
mensaje : "Fortalezcamos los consejos", en el que resaltó
la importancia de usar correctamente los mismos.
"Cuando hacemos un esfuerzo colectivo, creamos sinergia espiritual,
o sea, un incremento en la eficacia como resultado de la cooperación",
dijo. Dio cinco pasos para liderar eficazmente a través ellos: |
- Concentrarse
en los principios fundamentales
- Concentrarse
en la gente
- Promover
una expresión de opiniones libre y abierta
- Recordar
que la participación es un privilegio
- Dirigir con
amor
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Este sistema
de liderazgo es válido tanto en la Iglesia como en la familia
porque está relacionado directamente con el uso del sacerdocio.
Tener el sacerdocio y ser padre o líder nos da derechos para
servir y obrar en nombre de Jesucristo, pero no nos convierte en monarcas
con súbditos.
"Cualquier hombre que diga que tiene poderes especiales del
cielo con propósitos personales y egoístas y trate de
ejercer el sacerdocio de una forma inicua dentro de la Iglesia o en
su casa, sencillamente no comprende esa autoridad. El sacerdocio es
para prestar servicio, no para exigir servidumbre; es compasión,
no coacción; es cuidado, no control. Quienes piensen de otra
forma están actuando fuera de los límites del sacerdocio."
(Élder M. Russell
Ballard, Liahona enero 1994)
A veces no decimos que tenemos poderes especiales, pero sí
pensamos y sentimos que somos mejores que los otros y que nuestra
opinión vale más, o que nadie tiene derecho a cuestionarnos
o estar en desacuerdo con una idea.
Dijo también el élder Ballard que sólo utilizando
correctamente los consejos la Iglesia y las familias "pueden
comenzar a acercarse a la plenitud de su potencial de hacer el bien
entre los hijos de Dios sobre la tierra".
Durante los meses siguientes a su mensaje, quiso saber el efecto que
habían causado sus palabras en distintas capacitaciones y supervisiones
en distintos lugares.
En su mensaje de la siguiente conferencia general, de abril de 1994,
hizo mención a esto y dijo que al presentarse un problema a
los distintos consejos: "Sin excepción, el obispo
se hacía cargo de la situación inmediatamente y decía
a los demás: 'Este es el problema y esto es lo que pienso que
podemos hacer para resolverlo', después de lo cual daba asignaciones
a los miembros del consejo del barrio. Considero que daban un buen
ejemplo de delegación, pero no utilizaba en lo más mínimo
la experiencia y la capacidad de los miembros del consejo para resolver
el problema." (Élder
M. Russell Ballard, Liahona julio 1994)
Ante esas experiencias, decidió volver a hablar del mismo tema
y dio otro excelente mensaje relacionado con no trabajar solos, sino
en equipo.
Aún así, el liderazgo unipersonal y omnipotente, sigue
siendo una gran tentación, un escape a nuestras inseguridades,
nuestras ansias de poder o celo excesivo.
El ejemplo que sigue a continuación no es nuevo, pero sigue
siendo válido. Representa las consecuencias de sentirnos "todopoderosos"
y capaces de lograr los objetivos solos. |
Intentando
hacer solo todo el trabajo |
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"Le
estoy escribiendo en respuesta a su pedido de informaciones adicionales
de cómo sucedió el accidente que sufrí cuando
intentaba hacer solo el trabajo.
Soy albañil profesional y el día del accidente estuve
trabajando solo en la azotea de un nuevo edificio que tenía
6 pisos.
Cuando terminé el trabajo, me di cuenta que habían sobrado
unos 200 kilos de ladrillos y, para no llevarlos abajo con las manos,
decidí bajarlos en un cilindro de madera, utilizando una polea
que había sido instalada en la fachada del edificio, a la altura
del sexto piso.
Después de amarrar el extremo de la soga en el primer piso,
subí a la azotea y coloqué los ladrillos dentro del
cilindro
Luego bajé al primer piso y solté la soga, agarrándome
firmemente para garantizar, con mis 80 kilos de peso, una bajada lenta
de los 200 kilos de ladrillos.
Por la sorpresa de ser levantado del piso tan rápidamente,
olvidé soltarme de la soga, así que no es necesario
decir que subí a mucha velocidad por la lateral del edificio.
Llegando casi al tercer piso, me encontré con el cilindro que
bajaba, y esto explica las fracturas en la cabeza y hombros.
Casi sin parar seguí subiendo y me detuve sólo cuando
incrusté los dedos de la mano derecha hasta la segunda coyuntura
dentro de la polea. Afortunadamente tuve la presencia de espíritu
para mantenerme agarrado a la soga a pesar del terrible dolor. |
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Sin
embargo, en ese mismo instante, el cilindro con los ladrillos chocó
contra el piso y, lógicamente, se rompió el fondo. Ahora,
sin el peso de los ladrillos, el ladrillo apenas pesaba 25 kilos (y
yo arriba, con mis 80 kilos, y los dedos incrustados en la polea,
arriba en el sexto piso). Como Ud. puede imaginar, empecé un
acelerado descenso por la lateral del edificio.
Por supuesto, cerca del tercer piso me encontré nuevamente
con el cilindro que subía, encuentro que explica mis laceraciones
en las piernas y parte baja del cuerpo. Este encuentro con el cilindro
detuvo mi descenso lo suficiente para disminuir las heridas cuando
caí sobre la pila de ladrillos y, afortunadamente, sólo
tres vertebras sufrieron fisuras.
Pero, siento tener que decir que, cuando estaba acostado sobre los
ladrillos, con dolor, y sin poder levantarme, viendo el cilindro seis
pisos arriba directamente arriba de mí, perdí la presencia
de espíritu y solté la soga. El cilindro, pesando ahora
más que la soga, cayó rompiéndome las dos piernas.
Espero haber suministrado las informaciones que necesitaba Ud. sobre
la manera cómo ocurrieron las cosas cuando intentaba hacer
sólo el trabajo."
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En nuestro esfuerzo
por cumplir con todas las cosas, a veces creemos que somos lo únicos
que tenemos la visión, el poder y la perspectiva adecuada.
Los múltiples puntos de vista de los demás miembros
del consejo nos permitirán entender que las diferentes experiencias
vividas enriquecen las respuestas e ideas ofrecidas. Es menos probable
que fracasemos en la solución del problema, pues contamos con
las voces de aquellos que vivieron algo parecido, de aquellos que
percibieron lo que nosotros no pudimos, y de quienes con la simpleza
de la falta de experiencia ven un camino más sencillo.
Liderar a través de los consejos no es fácil. Implica
muchos esfuerzos y a veces más tiempo. Pero, creámoslo
o no, los resultados siempre son mejores en dos sentidos:
1) En la solución del problema y/o logro del objetivo;
2) En la capacitación del equipo.
Por otro lado, es una de las cosas que tenemos que aprender a manejar
bien aquí, si aspiramos a la exaltación, porque ese
es el sistema de los Cielos. |
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Estilo SUD, 23 de
mayo de 2009 |
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