Podemos
bendecirnos mutuamente si administramos la influencia del
Salvador para beneficio de nuestros semejantes. |
Relato |
La
influencia del Salvador
Por el élder M. Rusell Ballard |
El
Señor surte un efecto en nuestra propia vida mediante
nuestra fe y oraciones. Una hermosa
bebita llegó al hogar de mi hijo, pero sólo
permaneció con ellos aquí en la tierra menos
de cinco meses. El amor y cuidado que sus padres le prodigaron
era profundamente conmovedor; la lucha de esa nietecita mía
por vivir era más de lo que creíamos poder soportar.
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La
noche antes de su muerte, fuimos al hospital para brindar
apoyo a nuestros hijos. Más tarde, en casa de nuestro
hijo, mi esposa y yo nos arrodillamos con él para orar
y pedir orientación.
Cuando volvimos al hospital, y tomé la manita de mi
nietecita y la contemplé, sentí la influencia
del Salvador.
A mi mente acudieron estas palabras, como si la niña
las hubiese pronunciado: “No te preocupes, abuelo,
voy a estar bien”.
La paz inundó mi corazón y todos recibimos el
consuelo del Maestro.
Poco después, la pequeña regresaba a morar nuevamente
con sus padres celestiales.
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¡Oh, sí, podemos sentir la influencia del Salvador!
Y podemos ayudar a los demás a sentirla también.
Podemos bendecirnos unos a otros al auxiliar al joven descarriado,
al adulto menos activo, a los viudos, a los ancianos, a los
enfermos, a todos los hijos de Dios en todo lugar, tanto a
los que son de nuestra fe como a los que no lo son.
De algún modo tenemos que percatarnos de la vital importancia
de sentir individualmente las bendiciones del Evangelio y
la paz del Señor en nuestra vida. Podemos bendecirnos
mutuamente si administramos la influencia del Salvador para
beneficio de nuestros semejantes.
Sé que muchos de ustedes están muy conscientes
de las necesidades de los demás; también sé
que todos podemos hacer mucho más. Tomemos la decisión
de nunca dejar pasar un día sin esforzarnos por influir
en la vida de alguien por medio del servicio.
Entonces atesoraremos y apreciaremos mejor la hermosa admonición
del Salvador: “De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis
a uno de estos mis hermanos más pequeños, a
mí lo hicisteis” (Mateo 25:40). |
Tomado de Liahona diciembre de 2004 |
Conceptos
para aplicar |
- El
Señor influye en nuestras vidas según nuestra
fe
- A través
del servicio podemos hacer que las personas sientan la influencia
del Salvador
- El
servicio enriquece nuestras vidas
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Escrituras |
- Mateo
25:40
- Mosíah
2:9-18
- Moroni
7:46-48
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Cita |
“El
prestar servicio a nuestros semejantes hace más profunda
y más dulce esta vida mientras nos preparamos para
vivir en un mundo mejor. Aprendemos a servir prestando servicio.
Cuando nos encontramos embarcados en el servicio a nuestro
prójimo, no solamente lo ayudamos con nuestras acciones
sino que también ponemos nuestros problemas en la debida
perspectiva. Si nos preocupamos más por otras personas,
tendremos menos tiempo para preocuparnos de nosotros mismos.
En medio del milagro de prestar servicio, está la promesa
de Jesús de que si nos perdemos [en servir], nos hallaremos
a nosotros mismos [véase Mateo 10:39].”
(Pte. Spencer W. Kimball, Enseñanzas de los Presidentes
de la Iglesia, pág. 96)
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