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La
Perfección - La Calidad
La Matriz de la Calidad y Nosotros
por Víctor A. Walker
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En
números anteriores hemos visto los fundamentos básicos
de la composición de la Matriz de la Calidad y cómo
se aplica a nosotros. Esta matriz es el resultado de la combinación
de dos dimensiones en todas nuestras acciones diarias (‘lo
que se hace’ y ‘cómo se hace’); aquí
cabe destacar que todas nuestras actividades en la vida se conforman
con estas dos dimensiones. Sucede que algunas de ellas se hacen
tan automáticamente que nos parece difícil que tales
dimensiones existan.
Es interesante,
pero las cosas sencillas recién son sencillas cuando las
entendemos de raíz; por eso repito el formato de la matriz
explicada en el artículo anterior, con un ejemplo que espero
que ayudará a entender el formato.
Para ello
tomaremos el caso que expongo ya mismo y lo usaremos para descomponerlo
en los cuatro cuadrantes de la matriz: Cosas Correctas Incorrectamente
– CCI / Cosas Correctas Correctamente –
CCC / Cosas Incorrectas Incorrectamente –
CII / Cosas Incorrectas Correctamente – CIC.
El caso es el siguiente: Un hombre retira muy feliz de una concesionaria
de automotores su flamante adquisición, un ‘automóvil
0 kilómetro’. Entonces y para medir la calidad con
que lo hace, aplicamos lo visto en la Matriz de la Calidad. |
Lo
que se hace: La acción de conducir el vehículo
es una combinación mecánica de movimientos coordinados
varios como atención de freno, embrague y acelerador con las
luces del automóvil prestas según el momento. Entonces
una pregunta es ¿hago bien los cambios en el momento oportuno
y sin dañar la caja de velocidades? |
Cómo
se hace: Saca su automóvil del negocio y debe conducirlo
a destino. Muy importante, debe hacerlo según las normas de
tránsito vigentes. Aquí el tema es, ¿cumplo con
las reglas de tránsito y respeto al peatón? |
Veamos
ahora la Matriz que se podría armar como ejemplo, partiendo
del caso recién mencionado: |
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Así es que cada
acción que emprendemos en la vida y en cualquier orden, está
sujeta a este análisis que nosotros mismos podemos hacer.
Cabe mencionar aquí que esto lo hacemos no sobre cosas que
sucederán, sino sobre hechos ya acaecidos y por ende no hay
lugar alguno para la especulación o proyección de
lo que podría suceder en esa acción; los hechos ya
ocurrieron y sabemos muy bien como se desarrollaron los mismos.
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También
es este el momento para una acotación muy importante. Queremos
medir ‘nuestro nivel de calidad’ en algún aspecto
(o en todos). Entonces es necesario que para la validez de este ejercicio,
seamos muy veraces al hacerlo; no debemos “armar” nuestras
propias calificaciones para obtener un buen resultado. Porque finalmente,
¿para quién es esto y a quién debe servirle este
ejercicio? – Obviamente, a nosotros mismos (nadie más
tiene por que conocerlos). El resultado obtenido debiera ser la fuerza
motriz para un plan de mejoramiento, que encarado con seriedad nos
conducirá a un mejoramiento continuo en nuestra vida. Esta
es la manera más contundente de esmerarnos en la búsqueda
de la perfección. |
En
los últimos ocho años de mi vida profesional, pasaron
directa o indirectamente por mis manos varios centenares de evaluaciones
personales de integrantes de la Corporación mundial en la cual
trabajaba. Las mismos confirman que perfectos no somos, más
allá de la posición que ocupemos, y lo menciono para
quedarnos tranquilos cuando observen sus propios resultados, que a
muchos pueden llegar a sorprenderlos y/o asustarlos en un principio. |
El
cuadrante en donde todos quisiéramos estar siempre es CCC y
nunca en CII (el que indica que todo está mal hecho). A regañadientes
admitimos que podemos estar en CIC o CCI. Pero deseo ahora pasarles
algunos números promedio reales obtenidos en mi trabajo, que
representan un buen índice de referencia para tener en cuenta
de donde podemos estar nosotros. Los porcentajes promedio de dicho
universo se indican a continuación: |
- Cosas
Correctas Correctamente – CCC: 62%
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Cosas Correctas Incorrectamente – CCI: 17%
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Cosas Incorrectas Correctamente – CIC: 14%
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Cosas Incorrectas Incorrectamente – CII: 7%
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Este panorama
es real y por cierto bastante dramático. Notemos que estos
números me están diciendo que mi nivel de calidad en
la vida, en el ámbito que sea, es del 62% y esto significa
que un 38% de mis acciones están mal hechas o son erróneas.
Si bien en término cuantitativo la expresión es correcta,
ofrezco aquí una manera mejor o más constructiva de
expresarlo y que está en línea con esta cultura de “La
Ventaja de la Calidad” que hemos estado compartiendo. |
Ante la
pregunta sobre mi índice de calidad (asumiendo que los de más
arriba son ‘mis números’), podría decir:
“el 62% de mis acciones son correctas y bien hechas; 38% representa
el margen de oportunidad que yo tengo para mejorar mis acciones y
mi vida”. Como se darán cuenta, estoy diciendo lo mismo
numéricamente, pero no sólo suena mejor sino que es
la realidad si se encara en la forma correcta.
Quiero ahora profundizar algunos conceptos que se relacionan directamente
con lo que estamos analizando. |
Hacer
las Cosas Correctas |
A
continuación figuran tres importantes preguntas que pueden
ayudarle a decidir si Usted esta haciendo las cosas correctas. Si
responde “si” a todas, entonces está haciendo las
cosas correctas. Si no puede hacerlo, procure obtener mas informacion
para aclarar cuales son las cosas correctas que debe hacer. |
1
– ¿Sabe Usted quién es el Cliente?
2 – ¿Es éste su propio Cliente? Si no lo es,
¿puede delegar la responsabilidad a otra persona?
3 – ¿Sabe cuáles son los requisitos actuales
del Cliente? |
Hacer
las Cosas Correctamente |
Para
evaluar si esta haciendo las cosas correctamente, pregúntese
si Usted satisface los requisitos convenidos con el Cliente. |
Amigos, llegados
a este punto notarán la importancia que adquiere el
Cliente para medir ‘mi’ calidad bajo los principios
de esta elevada filosofía social, que imagino se asemeja en
algo a la realidad que rige en los cielos. En otras palabras, el Cliente
(siempre y constantemente tenemos Clientes, vale decir, nosotros actuamos
como sus Proveedores y a su vez nosotros mismos somos Clientes de
otras personas que son nuestros Proveedores) es quien determina el
curso de nuestras acciones; nuestro afán debería ser
entonces ‘satisfacer’ ampliamente los requerimientos de
nuestro Cliente. Esto está en línea con una preocupación
de muchas Compañías de avanzada que para ganar en competitividad
y rentabilidad en la última década, se han esforzado
por convertirse en una empresa totalmente enfocadas a la “Satisfacción
del Cliente” (lo hemos escuchado o visto en sus campañas
publicitarias). Últimamente, algunas pocas de estas empresas
han avanzado un paso más en esta cultura y ahora su lema es
“Deleitar al Cliente”, que implica un
mayor grado de compromiso y devoción con sus Clientes. |
Conviene
recordar que nosotros en nuestras diarias relaciones actuamos como
Clientes y Proveedores. Cuando somos Clientes, nuestros Proveedores
deberían estar embarcados en satisfacer “nuestras necesidades”.
Por favor noten que este tipo de comportamiento social (en una Compañía,
en la Escuela o Universidad, en la Familia, en la Iglesia) está
claramente orientado a la búsqueda de la perfección.
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Dedico aquí
unas pocas palabras para que reflexionemos esto: ¿y cómo
debieran ser las relaciones personales en la Iglesia, donde también
todos somos Clientes y Proveedores? |
Este tema de
Cliente y Proveedor es tan apasionante e importante que merece ser
tratado en particular a fin de conocer conceptos y variaciones en
las cuales, queramos o no, estamos involucrados. |
Estimar
nuestro Costo de la Calidad |
Ahora que
empezamos a entender la importancia de hacer las Cosas Correctas y
de hacerlas Correctamente, es momento de examinar nuestro propio desempeño
en la vida (otra vez, en el ámbito que escojamos). |
En una
hoja de papel en blanco, haga una lista de las actividades principales
de trabajo (en su empleo y/o su rol familiar y/o su llamamiento, etc.)
durante las últimas dos semanas. Como ayuda por si no se ha
comprendido bien la tarea, a continuación encontraran tres
situaciones como ejemplo para cada categoría: |
Empleo:
1) asistí y participé en una reunión sobre variación
de costos de producción; 2) escribí un memorando respecto
al ausentismo en el departamento; 3) llame en forma desmedida la atención
de un empleado que no era mi subordinado. |
Familia:
1) fui al cine con mi esposa en nuestro encuentro semanal; 2) tuve
la reunión semanal sobre evaluación y planeamiento de
actividades con mis tres hijos; 3) olvide dejarle a mi esposa el dinero
para la compra de los cinco libros escolares para nuestros hijos. |
Llamamiento:
1) en el mes tuve mis reuniones del Comité Ejecutivo del Barrio;
2) realicé las entrevistas personales con los jóvenes
que cumplieron años en el mes; 3) mantuve la entrevista programada
con los dos miembros enojados entre ellos. |
Antes de
continuar, hago un comentario que estadísticamente brindará
mayor validez a los resultados que obtengamos. Es necesario que en
el listado que Usted haya elegido encarar, la lista de las acciones
que incluya no sean menos de diez (10). No se preocupen, en general
y una vez comenzada la tarea, es muy fácil superar esa cifra.
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Ahora es
el momento de evaluar cada una de las actividades listadas para hacer
la medición. Entonces insisto, para que este trabajo
tenga sentido y nos dé resultados fidedignos y útiles,
es imprescindible que seamos sinceros en la evaluación que
haremos de “nosotros mismos”. A nivel empresarial
y para dar mayor credibilidad a esta porción crucial del análisis,
la evaluación personal que uno hace de sus acciones, es compartida
y explicada a otra persona, sin ninguna relación formal, que
eventualmente puede objetar una calificación para ser reconsiderada.
No es necesario hacerlo, pero si se quiere, puede ser útil
imitar el procedimiento (en el trabajo, con un par / en el hogar con
el cónyuge / en el llamamiento, con un consejero o secretario).
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Sigue ahora
la manera de proceder en el paso siguiente que es calificar cada una
de las acciones según la Matriz de la Calidad. Para ello tomamos
una por una a las acciones de la lista y analizamos como encuadran
en la Matriz. Como cada una de las acciones son ya del pasado reciente,
conocemos todas al detalle; a continuación se explica la forma
de hacer el análisis. |
Empleo:
1) Asistí y participé en una reunión sobre variación
de costos de producción. Análisis:
como Supervisor de Producción debo asistir mensualmente a una
‘reunión de costos’ con personal de Contaduría
y la Gerencia para evaluar las diferencias que han provocado variaciones
en el costo del producto; entonces esto es una Cosa Correcta. |
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Pude
dar todas las explicaciones requeridas de una manera adecuada, por
lo tanto corresponde Correctamente y queda CCC. |
2) Escribí
un memorando respecto al ausentismo en el departamento. Análisis:
contenía la informacion correcta, pero lamentablemente estuvo
con una semana de atraso. Fue entonces una Cosa Correcta pero hecha
Incorrectamente (CCI) por el atraso en el tiempo. |
3)
Llamé en forma desmedida la atención de un empleado
que no era
mi subordinado. Análisis: cuando el desempeño
de un empleado no está en línea con su descripción
de tareas, es correcto llamarle la atención para que pueda
corregirse, pero hacerlo desmedidamente es una Cosa Incorrecta. Además,
tampoco es adecuado llamar la atención a alguien por quien
yo no soy responsable (debería haber hablado con su jefe),
por lo tanto es algo hecho Incorrectamente. Entonces resulta una CII.
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Familia:
1) Fui al cine con mi esposa en nuestra salida semanal. Análisis:
mi invitación estuvo en línea con nuestro acuerdo
sobre nuestras salidas semanales (Cosa Correcta) pero me equivoqué
en que otra vez impuse el tipo de película que veríamos,
(Incorrectamente) siendo entonces una CCI.
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2) Tuve
la reunión semanal sobre evaluación y planeamiento de
actividades con mis tres hijos. Análisis:
cumplí con mis responsabilidades patriarcales al llevar adelante
de manera eficiente nuestra reunión de convivencia para consensuar
de común acuerdo las actividades sociales de mis hijos adolescentes
durante la semana pasada. La reunión fue muy útil y
provechosa para todos. Corresponde CCC. |
3) Olvidé
dejarle a mi esposa el dinero para la compra de los cinco libros escolares
para nuestros hijos. Análisis: no parece correcto
que mi esposa tenga tan solo el dinero para el día a día
(Cosa Incorrecta), y que encima yo me olvide de dejárselo para
afrontar un gasto necesario (Incorrectamente) resultando en CII. |
Llamamiento:
1) En el mes tuve mis reuniones del Comité Ejecutivo del
Barrio. Análisis: como Obispo, periódicamente
dirijo esta importante reunión del Barrio (Cosa Correcta)
pero en las últimas dos reuniones me doy cuenta que fallé
en la administración eficiente del tiempo (Incorrectamente)
resultando una CCI.
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2) Realicé
las entrevistas personales con los jóvenes que cumplieron años
en el mes. Análisis: lo hice con los tres
jóvenes que correspondía según el calendario
(Cosa Correcta) y las charlas fueron muy amables y productivas en
cuanto a fijar metas (Correctamente). Entonces resulta en CCC. |
3) Mantuve la entrevista
programada con los dos miembros enojados entre ellos por asuntos
totalmente particulares. Análisis: la charla
conjunta era necesaria, sin embargo era por temas absolutamente
personales de negocios y nada que ver con temas eclesiásticos
o de dignidad personal. No debería haberme involucrado más
allá de aconsejar a ambos la necesidad de que conversaran
y buscaran alcanzar consenso entre ellos (entonces, Cosa Incorrecta),
y no pude mantener el control de la misma al no tener diseñada
una agenda adecuada para la conversación que evitara la pelea
(Incorrectamente), siendo una CII.
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Estamos llegando
al producto deseado (nuestro nivel de calidad), para lo cual tenemos
que dar este paso previo.
Para el paso final, tomaremos como ejemplo la categoría “Llamamiento”
(los números obtenidos servirán tan solo como ejemplo
numérico dado que la escasa cantidad de acciones consideradas,
tres, quitan legitimidad a los mismos.
Estimamos entonces el porcentaje de nuestro tiempo que se dedicó
a hacer las actividades listadas en cada cuadro de la matriz de la
calidad. Y se escriben de la siguiente manera: |
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Y arribamos ya
al momento clave de todo esto. Reste a 100 por ciento su porcentaje
CCC y obtenemos el ‘costo evitable de la calidad’ (66%)
sobre el cual vamos a trabajar para reducirlo al máximo posible.
Al mismo tiempo, el índice CCC es el que refleja mi actual
nivel de calidad (34%). |
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Llegados
al punto final de este capítulo, notarán la
importancia que adquiere el Cliente para medir ‘mi’ calidad
bajo los principios de esta elevada filosofía social que imagino
se asemeja en algo a la realidad que rige en los cielos. En otras
palabras, el Cliente (siempre y constantemente tenemos Clientes y
a su vez somos Proveedores en otras relaciones) es quien determina
el curso de nuestras acciones; nuestro afán debería
ser entonces ‘satisfacer o deleitar’ ampliamente los requerimientos
de nuestros Clientes. |
Les
garantizo que este principio no es “fácil” aplicarlo
en forma consistente en la vida y en todos los órdenes, pero
debemos esforzarnos.
Conviene recordar que a su vez nosotros somos Clientes de otros Proveedores
y que ellos deberían estar embarcados en satisfacer “nuestras
necesidades”. |
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Por
favor noten que este tipo de comportamiento social (en una Compañía,
en la Escuela o Universidad, en la Familia, en la Iglesia) está
claramente orientado a la búsqueda de la perfección.
Es evidente que programas con una fuerte orientación social
son efectivos cuando están regidos por los principios dados
por Sus profetas a los hombres (programas de Bienestar / Sociedad
de Socorro / Quórumes y Grupos) y son conducidos bajo la dirección
del Sacerdocio aquí en la tierra. |
Les
invito a poner en práctica este sistema de evaluación
personal para conocer nuestra Calidad y, lo que es más importante,
luego trabajar entusiasta y fuertemente en aprovechar las brechas
de oportunidad que nos mostrarán los números de la Matriz
de la Calidad. |
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